La vida, obra y herencia legada por el político ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) se plasma a través de los lienzos de Goya, de obras y de cartas manuscritas, así como de elementos cotidianos en la vida del siglo XVIII, que se muestran en una exposición inaugurada hoy en Gijón.
«La luz de Jovellanos», que conmemora el bicentenario del fallecimiento del político asturiano, está compuesta por 256 piezas procedentes de ochenta fondos de diferentes archivos, bibliotecas nacionales, ayuntamientos, bancos, fundaciones académicas, museos y colecciones particulares.
La exposición, que aspira a impregnar a la sociedad de los valores del ilustrado, recupera dos retratos de Jovellanos pintados por Goya, así como otro diseñado por el artista de Juan Meléndez Valdés.
Del aragonés también se muestra uno de sus grabados más famosos, «No hubo remedio», de la serie Caprichos.
Los cuadros de Jovellanos comparten espacio con los de amigos suyos y contemporáneos como Manuel Godoy y Campoamor.
La figura del ilustrado ha sido evocada a lo largo de la historia y mientras Carlos Marx lo calificó como un «amigo del pueblo», en 1944 fue expuesto como el ejemplo de los valores «católicos y españolísimos».
La exposición ha sido inaugurada hoy por los presidentes del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, y de Acción Cultural Española, Charo Otegui; el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor; la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, y el director de Relaciones Institucionales y Asuntos Sociales de Cajastur, César Menéndez Claverol.